Llevo unos meses ahí. Mi hijo está desordenado. Es realmente repugnante. Dejaron una gota de salsa de tomate, avena, salsa para pasta, jugo oscuro, quién sabe qué más hay. Lo tiré a la lavadora y cuando lo saqué de la secadora, todavía parecía nuevo. Sin manchas, lágrimas ni lágrimas. Me impresionó mucho porque mi hijo destruyó casi todo.